Diálogo de principios de año (2ª Parte)

Para no parar la inercia de este extenso intercambio:

Él: Pero conocer esa realidad y no denunciarla no me hace cómplice. No puedo sentirme cómplice porque entiendo que de la misma manera se justificó la invasión a Libia y se intenta justificar la invasión a Siria. No quiero para mi país el escenario que hay en esos lugares. No puedo sentirme cómplice, porque en las calles de mi país no he visto nunca a un pelotón antimotines disparando balas de goma y arrojando gas lacrimógeno en los ojos de los estudiantes. No puedo sentirme cómplice, porque tampoco he visto un tweet tuyo de condena a esos hechos que hoy ocurren en España, Wall Street, Chile o Grecia. Y no te lo exijo. Es tu derecho no opinar sobre ello y eso no te hace cómplice.

Yo: @ajiguaguao no es mi única cuenta en Twitter. Esta es la única que está orientada, en su totalidad al tema Cuba.

Desde la otra, sin ocultar mi identidad, expreso mi inconformidad con el sistema en el que vivo. Esos temas también han sido blanco de mi derecho a la libertad de expresión. 

De momento, mis comentarios no han provocado la invasión de España... ¡Y los hay que han sido muchísimo más tajantes e irreverentes que yo aquí!

No soy, y espero no serlo nunca, cómplice de la injusticia con mi silencio. Sea del color que sea. Tú decide lo que quieras.

El: Reuniones:

Coincidimos en que hay reuniones de esas del CDR donde no se resuelve problema alguno. Pero en la última reunión a la que asistí –que tampoco voy a todas, la verdad es que voy a bastante pocas- de lo que se habló fue de los Lineamientos que se aprobarían luego en el congreso del PCC. No eran problemas “locales”. Agrego que yo no soy del PCC, pero emití mi criterio. Hubo a quien no le gustó lo que dije pero nadie me mandó a callar.Yo: No sé lo que has dicho en tus reuniones y que pudo haber sido molesto para alguien, pero me atrevería a jurar que en tus palabras no hubo una critica frontal a la política oficial del gobierno. Eso marca diferencias en las reacciones, lo sabes.

Él: Queremos lo mejor para nuestro pueblo:

Te digo algo: generalizar es típico de los cubanos, pero al generalizar, muchas veces acabamos por no ser objetivos. Sobre los cubanos de dentro y de fuera, todos no quieren lo mismo para su pueblo: puedo poner nombres aquí y ahora de cubanos vivos de fuera que han asesinado a cubanos impunemente, que han causado dolor a familias enteras. Puedo poner ejemplos de atentados que han destruido obras sociales y causado muertes de cubanos sin distinción. Esa no es manera de querer el bien para su pueblo, y no lo creo defendible.

Yo: No tienes que convencerme. Imbéciles y violentos hay en todos los bandos. Pero unos pocos no hacen la generalidad. Somos muy variados los que queremos cambios en Cuba y en mi opinión, somos mayoría los que queremos que se hagan de forma pacífica. No defiendo el terrorismo, no creo que nunca lo haga, para lograr un propósito. Por eso critico el terrorismo de estado que se ejerce en Cuba. 

Él: Dices: “si los disidentes son expulsados de sus trabajos ¿cómo piensas que van a sobrevivir sin delinquir?”

¿Debo interpretar por tus palabras que los apresados por hacer contrarrevolución pagada van a la cárcel por delinquir al “quedarse sin trabajo”?. De ser así, todos estaríamos presos, porque no conozco un cubano que no tenga que violar una ley para alimentarse o vestirse. Por ese motivo el propio presidente Raúl ha calificado de absurdas muchas legislaciones actuales, que por suerte ya comienzan a ser cambiadas. 

Yo: El gobierno es consciente de que la mayoría de los cubanos deben "delinquir" para sobrevivir, es el propio estado el causante de tanta miseria. La peculiaridad está en que esta peculiaridad es usada como garrote contra el disidente para no acusarle y encarcelarle por razones políticas. Así en Cuba solo hay... ¡presos comunes! 

Esta es una de las razones por las que aplaudo y apoyo las donaciones que reciben aquellos que disienten. Con dinero es más fácil evitar ser víctima de una de estas sucias jugarretas.

Él: ¿Entonces por tus palabras debo asumir que tú apoyas a las Damas pagadas por el gobierno de EEUU y que en sus marchas piden una intervención de la OTAN? No te molestes, pero por favor aclárame esa manera de querer lo mejor para tu pueblo. ¿Cuándo dices que “agradeces la asesoría de quien sea”, incluyes al gobierno de EEUU, que sin hablar de los golpes históricos en Chile, Guatemala, Honduras, Venezuela o Libia, actualmente financia a estas personas y declara abiertamente que su objetivo es rendir por hambre y enfermedad al pueblo y que ocuparían la isla en caso de disturbios internos para luego “eliminar” a los militantes de PCC? –puedes leer el plan Bush, es público, está en Internet. Después de pensar en eso, se me hace imposible considerar a EEUU como un “fantasma” esgrimido por el gobierno cubano. Simplemente porque el gobierno cubano no se ha gastado 200 millones de dólares para derribar al gobierno de la Casa Blanca.

Yo: Creo que las Damas de Blanco reclaman la liberación de esos que, bajo el nombre de "delincuentes comunes", cumplen injustas condenas. ¿Que reciben ayudas? ya sabes mi posición al respecto. 

Volviendo por enésima vez al fantasma de la invasión de la OTAN a Cuba... cada vez me suena más a la fábula de "Pedro y el lobo" o al cuento de "Los tres cerditos". ¿Eliminar a todos los militantes del PCC? ¡Por favor Lucas, seamos serios!

Hace años que Bush no es el presidente de EEUU, así que no lo tendré en cuenta. El gobierno actual, el de Obama, ha flexibilizado más que ningún otro, la posición de EEUU hacia Cuba y esos 200 millones de los que hablas... ¿Tienes idea del PIB de EEUU? ¡Ese es un porcentaje ínfimo! 

Ahora, sin conocer el dato real del PIB cubano, pues el gobierno de allí no me es una fuente mínimamente fiable, apostaria a que es proporcionalmente mayor el dinero dedicado por Cuba a reclamar a "los cinco" pagando costosas campañas publicitarias, a hacer exhibiciones o desfiles militares, a pagar los viajes y los gustos de determinados personajillos "hijos de...", a organizar actos de repudio a disidentes, a mantener en la miserable supervivencia una población reclusa proporcionalmente desproporcionada, etcétera... 

Mientras tanto los hospitales, se caen a pedazos y los docentes dejan mucho que desear. Invertir dinero en eso sí que sería digno. Y ojo, me refiero a Cuba, lo que hagan los demás no es mi problema.

Él: Te recuerdo que yo quiero cambios en mi país. Si te gusta que le llame “revolucionar nuevamente” pues compartimos el concepto. No hay nada de novedoso en que taches de conservadora a una clase con poder de decisión en un país donde el propio gobierno reconoce que hay que cambiar de mentalidad y que recalca que los males ocurren con la complicidad de muchos funcionarios. Estás descubriendo el agua caliente. Y creo que toda transformación es revolucionaria y en los últimos meses Cuba ha dado muestras de cambiar más rápido que lo que lo han hecho muchos gobiernos autodenominados “democráticos”.

Yo: Que quieras cambios en nuestro país hace que podamos mantener este debate pero la palabra cambio debe ir acompañada de el hecho en sí. La casta gobernante en Cuba no quiere perder el poder y punto. Dicen una cosa y siguen en las mismas. Hace poco han perdido la oportunidad de normalizar la migración de Cuba. 

El burocratismo no lo van a hacer desaparecer del modelo socialista cubano porque el cubano lleva muchos años con el culo pegado a la silla y no quiere moverlo. Eso es lo primero que tiene que aprender el que emigra de la isla, que el que no trabaja... ¡no come!

Continuará...